Puerto Natales

Jueves 11 de agosto de 2005.

A las 6h. de la mañana me recogío un taxi para llevarme al Aeropuerto.

A las 7,30h. Salió mi vuelo para para Punta Arenas, con escala en Puerto Montt (cuatro horas y media de vuelo).

PUNTA ARENAS

Nada más llegar al aeropuerto llamé a varios alojamientos en Puerto Natales, ya que aún no tenía claro si quedarme en Punta Arenas, o bien coger otro bus con para acercarme más al Parque Nacional Torres del Paine.

El el mismo aeropuerto, cogí el "transfer" (autobús que te llevaba a la ciudad, 1000 $). Llegó a las 12,55h. y a las 13h. salí un bus con destino a Puerto Natales (4000 $), así que no me lo pensé y lo pillé.

En el camino, la anécdota sin duda, fue la interminable tertulia mantenida entre la gente del autobús, mofándose de otro chileno que llevaba 4 años trabajando en Río Gallegos (Argentina) y al que acusaban de haberse "argentinalizado". Para colmo, el hombre venía un poco morao de vino barato, y encima, había cogido el autobús incorrecto: iba para Río Gallegos y cogío el de Puerto Natales. Pero el colmo de la risa de sus "compatriotas" fue cuando les contó que un taxista de Punta Arenas les había cobrado 12000 pesos por acercarle a la parada de autobús que estaba a cinco cuadras (manzanas).

PUERTO NATALES

Tras 3 horas largas de camino, por fin llegué a Puerto Natales.

Una vez allí, me dirigí al Hostal donde había hecho reserva: Hostal Oasis, en la calle Señoret.

Era un bonito y acogedor hostal, con un trato excelente, un desayuno reconfortante y unas habitaciones y baño muy amplios y calentitos.

Esa misma tarde, me dió tiempo de recorrerme las calles de la ciudad y contratar dos excursiones: Torres del Paine y El Calafate.

También aproveché para conectarme a internet y hacer una reserva para volar desde Ushuaia hasta Buenos Aires y no tener sorpresas de última hora.

A la noche cené unas excelentes costillas de cordero con papas asadas, mmmm...

Viernes 12 de agosto de 2005 (mi cumple !!)

PARQUE NACIONAL TORRES DEL PAINE (PATAGONIA CHILENA)

A las 8h. me recogieron para iniciar la excursión al Parque Nacional Torres del Paine.

Camino de éste, paramos en la Cueva más grande la Patagonía.

Ya cerca de la entrada al parque, un enorme rebaño de ovejas nos detuvo en el camino y fue motivo para que todos bajásemos del bus para contemplar el espectáculo de cómo esos perros pastores ordenaban a tantas ovejas cómo y dónde colocarse: increible!

También, y antes de llegar al parque, tuvimos la oportunidad de parar un par de veces más para contemplar las increibles vistas, y también para tener la oportunidad de ver de cerca una de las numerosas manadas de guanacos que nos encontramos por el camino. También pudimos ver, cóndores, águilas ñandúes.

Cuando llegamos a uno de los accesos al Parque, en este caso, Laguna Amarga, el responsble de la puerta y encargado de recoger el dinero de los turistas que entran no estaba en ese momento, así que nos dejaron pasar sin pagar: 5000 pesos chilenos que nos ahorramos.

La opción de una visita como la que hice en microbus no está del todo mal, pero para disfrutar de este Parque, sin duda hay que ir de otra manera: un grupo que venía en nuestro mismo minibus venían equipados para acampar y se bajaron en mitad del parque para hacer un trekking de 5 días. Tuvo que ser genial.

También puedes optar por quedarte en el camping o la posada que hay dentro del propio parque.

Casi al final del trayecto llegamos al Restaurente Grey, donde Ramón y Lourdes, una pareja de Valencia, un simpático indonesio y yo, éramos los únicos de la excursión que habíamos pagado el almuerzo.

Durante la comida disfrutamos de una agradable tertulia y luego continuamos con la parte final del recorrido, que te llegaba hasta una parte del lago Grey, punto más cercano al Iceberg Grey: fantástico!!

Sobre las 20h. llegamos de vuelta a Puerto Natales. Con la llegada a la ciudad también llegó la cobertura y recibí varios sms´s de amigos felicitándome por mi cumpleaños: Fran y Pepa, Nuria, mi primo Beni, Javilón, Migue, Bea, Jose, Samu, Cristi, Yoli: gracias.

En la mañana temprano, mi hermano Fran ya me felicitó también a través de un sms, y durante el camino al Parque, aproveché para llamar a mis papis y que pudieran felicitarme por teléfono; les hizo mucha ilusión.

En cuanto llegué al hotel me duché y salí para cenar. Lo hice en un peculiar Restaurante atendido por unas simpáticas camareras (lo imagino, era el único cliente, jeje).

Allí le podía oir sólo un hilo musical, y este no era otro que la discografía al completo de los Beattles, hecho por el cual mandé inmediatamente un sms a Javilón para agradecerle su felicitación y aprovechar para contarle dónde estaba cenando.

Tras la cena, me conecté a internet en un ciber para hacer la reserva de vuelo entre Calafe y Ushuaia, y luego me fuí para el sobre.

Al día siguiente partiría temprano rumbo al Calafate, Argentina, por lo que aquí terminaría mi estancia en Chile.

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