Martes 9 de agosto de 2005.
Me levanté temprano para visitar la ciudad. Los primeros luces del día me mostraron los espectacular de esta ciudad. La verdad es que es una ciudad muy peculiar e inigualable.
A la tarde cogí un bus con dirección a Santiago
SANTIAGO DE CHILE
Sobre las 17h. llegué a la terminal sur de autobuses. Cerca de ésta cogí la línea 1 del metro en la parada Universidad de Santiago, y me bajé en la parada Universidad de Chile, la parada más cerca del barrio París Londres, donde tenía hecha la reserva, concretamente en el hotel París, en la calle París.
Era un pequeño y acogedor hotel con arquitectónica totalmente europea.
Una vez alojado, me duché rápidamente y llevé ropa a la lavandería que había justo en frente al hotel.
Luego estuve caminando bastante rato por los paseos peatonales más importantes del centro de Santiago.
A la hora de cenar, entré en una pizzería italiana donde comí una peculiar pizza: "a lo pobre", que consistía en una pizza cubierta por una fino churrasco de carne, cebolla y huevo frito.
Más tarde me puse a andar por la interminable avenida B. O´Higgins, hasta llegar a la Plaza Italia, donde tomé dirección hacia el barrio de Bellavista y poder conocer así sus encantadores bares con música en directo y su mercado hippie.
Después de varias cervezas, regresé temprano al hotel, estaba muerto.
Miércoles 10 de agosto de 2005.
Me levanté temprano y desayuné en el propio hotel.
Me dirigí a una oficina de LAN que había en el centro y compré un billete de avión con destino Punta Arenas. Me costó 276 €.
Hice varias llamadas para reservar alojamiento en Punta Arenas, hasta que finalmente lo pude conseguir en la Residencia Los Tres Hermanos.
Durante el resto de la mañana me dediqué a hacer más turismo por el centro de Santiago.
Visto todo el centro, cambié de rumbo y me dirigí al Cerro San Cristobal, donde cogí un bonito Funucular que te subía a lo alto del cerro.
Desde allí se podía contemplar una impresionante vista de toda la ciudad de Santiago acotada a ambos lados por la impresionante y nevada Cordillera de los Andes y por la cordillera Costera.
También era lamentable comprobar la increible capa de "smoke" que flotaba sobre la ciudad. Menuda contaminación que tiene esta ciudad.
Desde lo alto del cerro, enlacé con un bonito Tele-Esférico que te permitía ver otras espectaculares vistas de la ciudad.
La parada la tenía en el Barrio de Providencia, un barrio acomodado donde se podían ver alucinantes casas.
En una de sus calles entré en un restaurante para comer, y nuevamente por un irrisorio precio: 5 €.
Tras el almuerzo, cogí el metro de vuelta al barrio París-Londres, donde tenía que recoger la ropa de la lavandería y aproveché para escribir un poco de este diario electrónico (todo en uno: lavandería, ciber, locutorio, fotocopias, bebidas, etc.)
Tras una reconfortante ducha, salí para el centro y tomar algo. Esta noche conocí a Marcela, una chica extraordinaria la cual me enseñó muchas letra pequeña de Chile y sobre todo de la gente de Santiago: gracias Marcela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario