Holanda: Amsterdam y Alrededores

21 de julio de 2011 - llegada a Amsterdam.

Problemas de inicio

Comenzamos el viaje con problemas; a Érika le pidieron el pasaporte cuando nunca lo habían hecho para viajar a Europa. Esta era su tercera salida a un país del tratado schengen, y aun así, se negaron a embarcarla con su tarjeta de residente.

Sin tiempo para regresar a casa, yo tuve que embarcar corriendo, a punto de perderlo, y ella tuvo que comprar un nuevo vuelo, pero con escala en Barcelona y con llegada a Amsterdam a las 21h.

Con este contratiempo arrancó nuestra nueva escapada europea.

Llegada a amsterdam

Sobre las 10 de la mañana llegué, y casi una hora después llegué a la Central Station de la ciudad.

Aproveché para comprar un par de billetes, para la escapada en tren hasta Brujas y Gante, en Bélgica, donde pasaríamos el fin de semana.
  • 46,60 euros c/u (solo ida) incluyendo 1 euro de gasto por pago con tarjeta.

Desde la estación es fácil ubicarse, y en cinco minutos caminando llegas al centro de la ciudad, distrito donde teníamos reservado el hotel.

A pesar de que el checkin no era hasta las 15h, probé suerte por si al menos me permitían dejar mi trolley.

Más que eso, pude alojarme inmediatamente, y en un rato ya estaba pateándome el centro.

El centro está perfectamente delimitado por zonas de tiendas y zonas de restauración, concentraciones de restaurantes de comida internacional; turcos, pakistaníes, chinos, argentinos, italianos, españoles y por supuesto, comida neerlandesa.

Entre estos sitios de comida, es fácil toparse con el barrio rojo. Calles con escaparates donde las chicas ofrecen sus servicios sexuales, pero esto supongo es de lo más conocido de la ciudad cuando uno oye hablar de esta ciudad.

Junto al barrio rojo, obviamente la otra gran historia que no paras de oír cuando tus amigos te cuentan anécdotas de sus viajes, y me refiero a los coffee shops.

Es fácil encontrárselos, delatándose ellos solos por el olor al pasar junto a ellos.

Otros de los negocios que predominan en el centro son los sexshops. Prácticamente en todas las calles te puedes encontrar uno, y en las calles más hot del distrito rojo, "Palacios del sexo" con actuaciones en vivo, cabinas, etc.

Llegada de Érika

Casi a las 23h. llegó Érika procedente de Barcelona con mas de una hora de retraso, y con las ganas justas para ir al hotel y descansar para la próxima jornada.

22 de julio 2011 - Alkmaar, segunda jornada en Amsterdam

A primera hora desayunamos en un lugar céntrico. Los famosos pancakes holandeses acompañados de tortilla y delicioso café.

Alkmaar - mercado de quesos

A las 9,30 tomamos el tren con destino a Alkmaar, famoso por su mercado de quesos que se monta cada viernes.

  • tickets 13,40 c/u, incluyendo el euro de gasto por pago con tarjeta en los puntos automáticos de venta.

Durante el trayecto en tren comenzamos a ver los paisajes y escenas descritas e imaginadas de Holanda, vacas pastando por humedales de un verde increíble, algunos molinos pequeños de regadío, y mucha agua por todos sitios. Pero de momento, ningún molino de "fotografía". Para éstos, nos tendríamos que mover un poco más.

Llegamos a la ciudad, y todo gira en torno al turismo y al queso. Vimos la representación de la venta y exposición de quesos. Paseamos por sus tiendas, compramos quesos de todo tipo no sin antes degustar un sinfín de variedades.

Tras el paseo, en el que alternó durante toda la mañana el sol con la lluvia, regresamos en tren a Amsterdam. Para Érika sería la primera toma de contacto de la ciudad, sin contar con el desayuno y el camino a la estación central.

Amsterdam de nuevo

Paseamos por todo el distrito central, desde su corredor norte hasta su corredor sur, pasando por el distrito rojo y por las calles comerciales junto a la catedral.

En la noche fuimos a cenar a un restaurante del distrito Jordan. Ya de regreso al hotel descubrimos que los famosos escaparates con chicas no sólo los podías encontrar en el distrito rojo, por esta zona de Jordan también los encontramos.

25 julio 2011: Zaanse Schans

Tras unos días en Bélgica, regresamos a Amsterdam. A menos de media hora de la capital, es un lugar perfecto para tomar buenas fotos de los molinos y del paisaje que lo rodea, con casas que parecen sacadas de un cuento.

Nota: si al llegar a la estación de tren caéis en la trampa de entrar en la tienda que hay justo en el andén, atrapados por el cartel "city map free", no hagáis caso; se trata de un espabilao que se dedica a cogerlos de una máquina del ayuntamiento que hay justo a la salida de la estación, y que los expende totalmente gratis. Sin embargo, el individuo en cuestión te pide que consumas cualquier cosa de su negocio si quieres la guía. Mandarlo al carajo de mi parte; el tipo tenía toda la cara de Apu, el propietario de la tienda Badulaque de la serie de los Simpsons.

Amsterdam

Ya de regreso a la capital, organizamos uno de los circuitos a pie propuestos para conocer los canales de Jordan.

Sobre las 20h, y por primera vez, cenamos en horario local, y lo hicimos en también en Jordan.

26 de julio de 2011 - Amsterdam

Hoy decidimos alquilar bicis y sumarnos a la marea holandesa de ciclistas para arriba y ciclistas para abajo.

Sin duda es una ciudad/país hecho para las bicis; carriles bicis por todos lados, ninguna cuesta y, lo más importante, la cultura de la bicicleta. Toda su vida está pensada para este medio de transporte.

El primer destino al que llegamos fue el mercado de flores. Una explosión de colores y formas que deja claro la pasión y el conocimiento de este país por las flores.

La siguiente parada fue en el Museo de Vincent Van Gogh, donde pasamos casi toda la mañana. En el mismo restaurante que hay dentro del museo almorzamos (recomendable).

Tras salir del museo continuamos nuestro recorrido en bicicleta en el Vondelpark, un parque lleno de naturaleza ideal para desconectarse del movimiento de la ciudad, hicimos una parada para descansar en un café cercano a un lago y retomar la ruta.

Luego nos dirigimos a Jordan, distrito que ya habíamos recorrido varias veces a pie pero ahora queríamos conocerlo en bici.

Poco antes de las 18h, devolvimos las bicis, e hicimos una parada en el casco histórico. Aprovechamos para las compras de última hora y, por supuesto, para tomar una cerveza en Nieuwmark, un mercado junto al barrio rojo.

Allí esperamos a José Luis, que venia desde La Haya para estar con nosotros, y con el que despedimos el día tras una suculenta cena en Jordan, con el acostumbrado servicio holandés: rematadamente lentos !!!

28 de julio de 2011 - regreso a España

Día de checkout, aeropuertos, controles y toda esa locura que por si solas forman parte de un mini-viaje particular dentro de cada escapada y que no hay forma de librarse de ellas.

A modo de resumen final, y como siempre, nos quedamos con todo lo aprendido, la gente, las costumbres y con ganas de pisar un siguiente y nuevo país. Si no hay cambios, el próximo será Colombia, en Navidades.





Holanda

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